Lo bueno de Trump (Lidia Lozano González)

No entiendo por qué los partidarios de la demócrata Hillary Clinton se muestran tan enfadados en los medios de comunicación con el republicano Donald Trump. Si, gracias a él y a que no ha presentado la declaración de la renta, ha pasado desapercibido que Clinton y su marido ganaron 10 millones de dólares el año pasado, y el doble el anterior.

No entiendo por qué están los demócratas tan enfadados con Trump si, gracias a su riqueza exagerada, queda tapado que su contrincante, Hillary, gana cientos de miles de dólares por cada conferencia que imparte: ha llegado a cobrar 675.000 dólares por tres charlas en el conocido banco de inversiones Goldman Sachs, cuando el sueldo medio de los ciudadanos a los que quiere representar es de 50.000 dólares anuales.

No entiendo por qué se enfadan los votantes de Hillary si, gracias al magnate Trump, que ha construido rascacielos en todo el mundo para la gente con más poder adquisitivo, ella parece una persona llana que lucha por la gente de clase media y trabajadora. Al lado de un hombre que está entre el 0,01% más adinerado del país, no se nota que Clinton está en el 0,1%.

No comprendo de qué se quejan si, gracias a la popularidad de Trump, no reparamos en que la Fundación Clinton ha recaudado 2.000 millones de dólares, principalmente de donantes ricos y de empresas de Wall Street, mientras Hillary era senadora y secretaria de Estado.

No entiendo por qué se alteran si, gracias a Trump, que ha heredado parte de su riqueza y que consiguió triunfar con ayuda de las conexiones de su padre, uno se olvida de que los Clinton son una dinastía política, como también lo fueron los Bush y como, probablemente, lo serán los Obama, y acumulan un poder desmesurado y peligroso para una democracia.

(El Huffington Post)